viernes, 17 de junio de 2016

Primero me presento.

Cuando estaba en el Kinder, algunas profesoras se atrevieron a decirle a mi madre que yo sería músico, poeta o loco... Para decir verdad, la música en mi vida pasó con más pena que gloria; poeta no seré, lo más cercano a ser escritor puede ser este blog; y creo que ya estoy muy tostado de la cabeza para ser loco, ni eso puedo ser.

...aquellos primeros pasos


Hace algunos días, una amable señora me preguntó por qué no me dedicaba a escribir. Eso me quedó dando vueltas y creo que puede ser una buena terapia para desahogarme de la "frustacion" de ser publicista en Medellín. Como estoy convencido de que sucede lo mismo en el resto del país, así empieza esta catarsis. 

Les contaré un poco de mí...

Estoy cerca de tocar el 4to piso con mis dedos y aún vivo en casa de mi madre; situación que no me enorgullece pero como todo gran árbol, son raíces que son capaces de levantar hasta el pavimento más sólido.

Estudié diseño gráfico en "la mejor universidad de diseño" que había en la ciudad (para ese entonces, a mediados de los 90s) donde la realidad en el tema era otra. En mi opinión, creo que estudiaba artes plásticas más que diseño gráfico. Después de muchos semestres me dí cuenta que eso no era lo mío; la realidad del diseño que tenía en mi cabeza era otra, no tan esnobista, ni siquiera tenía en mente vender cuadros que solo yo entendería. Entonces decidí estudiar publicidad, en la que era "la mejor universidad de publicidad" que había en su momento en Colombia (para ese entonces, finales de los 90s) en los que llegaron años felices, llenos de conocimiento, trasnochadas, peleas con el computador, insultos hacia el anciano Corel, cortes con bisturí, regueros de pegante en la ropa, mucho tinto para mantenerme despierto y hasta Coca-Cola y cigarrillo para mantenerme vivo (qué ironía!). Incluso, esos años dorados hasta hicieron que conozca el amor... Claramente, LA MEJOR EPOCA.


Cuando éramos una pequeña manada de estudiantes. (Ideartes)


Me gradué con portafolio destacado; pero conociendo cómo estaba la situación del mercado, decidí emprender un largo viaje a la madre patria para expandir mis conocimientos, pensando que al regresar a mi país, sería mucho más fácil poner en marcha mis sueños y mi proyecto de vida. 

Mi vida transcurría en largas jornadas de estudio en climas extremos, para después continuar con largas jornadas laborales; todo con el fin de darme aquellos gusticos que uno en el viejo continente se quiere dar: viajar, rumbear, comer y comprar uno que otro trapito. 


Aquel lugar a donde iba para recordar hasta donde había llegado


Pasó un poco más de un año y decidí regresar a Colombia, cargado de ropa sucia, regalos y muchas deudas (no había una moneda de recuerdo, ni un euro, franco suizo o dólar). Eso sí, traía una maleta llena de ilusiones con destino Medellín, que nadie me iba a quitar en ninguna aduana. Mejor dicho, el mundo me había quedado chiquito y me lo iba a tragar sin sacudirlo. Sin ninguna duda, estaba más que lejos de la realidad.

Para resumir este primer post, soy un publicista con estudios en Diseño Gráfico y una maestría en Comunicación Publicitaria, con más de 10 años de experiencia laboral enfocada al mercadeo y amplios conocimientos en neuromarketing. Seguro usted dirá que estoy más preparado que un kummis y que con semejante hoja de vida seguro estaría en una excelente empresa. Bueno, no... Y aquí es donde empieza la cruda verdad del mercado y la publicidad en una ciudad como Medellín.


Gracias a Emanuel Martinez, quien realizo algunas correcciones en este blog.


2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Gracias a vos por hacerme partícipe de esta genialidad. Abrazo papito...

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